Lo característico de la vida actual no son la inseguridad y la crueldad, sino el desasosiego y la pobreza.
Todo el mundo desea ser feliz, pero no que lo sea todo el mundo.
La angustia es el vértigo de la libertad.
La luz de la unidad es tan potente que puede iluminar toda la tierra.
De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación.
Hay que hacer algo, pero no pensar en hacer algo.